El Parlamento Europeo ha dado luz verde definitiva a una nueva normativa que busca reducir significativamente las emisiones de turismos, furgonetas, autobuses y camiones en toda la Unión Europea. Con un respaldo de 297 votos a favor, 190 en contra y 37 abstenciones, los eurodiputados aprobaron el acuerdo alcanzado con el Consejo sobre el reglamento Euro 7, centrado en la homologación y vigilancia del mercado de vehículos de motor.
Esta nueva legislación tiene como objetivo asegurar que los vehículos cumplan con estándares más estrictos durante toda su vida útil, lo que garantiza su sostenibilidad a largo plazo. Uno de los aspectos clave de esta medida es mantener los límites de emisiones y el proceso de homologación establecido en la actual normativa Euro 6 para coches y furgonetas. Sin embargo, para autobuses y camiones se aplicarán límites más rigurosos tanto en laboratorios como en condiciones de conducción reales, manteniendo así las condiciones establecidas en Euro VI.
Por primera vez, la normativa incluirá límites para las partículas emitidas por los frenos (PM10) de coches y furgonetas, así como requisitos mínimos de rendimiento y durabilidad de las baterías para vehículos eléctricos e híbridos.
Además, se ha establecido la creación de un nuevo pasaporte medioambiental que proporcionará a los consumidores información detallada sobre la eficiencia ecológica de los vehículos en el momento de su registro. Esto incluirá datos sobre los límites de emisiones de polución, emisiones de CO2, consumo de carburante y electricidad, autonomía eléctrica y durabilidad de la batería. Los conductores también tendrán acceso a información actualizada sobre el consumo de carburante, la salud de la batería, las emisiones contaminantes y otros datos relevantes recogidos por los sistemas de monitoreo del vehículo.
Alexandr Vondra, ponente de la Comisión de Medio Ambiente, destacó la importancia de encontrar un equilibrio entre los objetivos medioambientales y los intereses de los fabricantes. “Queremos asegurar la asequibilidad de los utilitarios nuevos con motor de combustión, al tiempo que ayudamos a la industria automovilística a prepararse para la previsible transformación de su sector. Ahora la UE también tendrá en cuenta las emisiones de frenos y llantas, y también asegurará una mayor durabilidad de las baterías”, afirmó.
Este acuerdo debe ser formalmente aprobado por el Consejo Europeo antes de entrar en vigor, pero representa un paso significativo hacia la reducción de emisiones y la promoción de vehículos más limpios y sostenibles en toda la Unión Europea.